jueves, 31 de enero de 2013

El Payaso Te Observa

Foto: El Payaso Te Observa
1980 Madrid España

Un circo no muy pequeño, empezaba a abrir sus puertas para el mundo del espectáculo de bajos presupuestos. Pero poniendo gana, originalidad y risas en sus espectáculos que lo llevaran al éxito.
Juan Rafael Perez, el presentador del circo, se hizo muy querido entre el pequeño público que cada vez se expandía más a un número mayor de visitantes. Nuestros espectáculos mas amado y favoritos de todos era el de los cuatrillizos sonrisa, un grupo de cuatro payasos agradables que estaban: Juan, José, Raul y Roberto, y esos 4 hermanos eran los mejores, dispuestos a hacer cualquier tipo de truco sin temor, por el tan solo placer de escuchar las risas del público.

Era raro que en un grupo de payasos tengan muchos admiradores, pero lo que es mas raro es que uno de esos payasos tenía una oscuridad detrás de su maquillaje.

Le contaré, los cuatrillizos es solo un nombre, en realidad son trillizos. Juan, José y Raul eran trillizos pero Roberto no es familiar de ellos ni jamás se conocieron antes de entrar al circo.

¿Cómo llegó el payaso Roberto aquí?

Una noche, cuando el circo terminaba un espectáculo que no dio mucho éxito, llovia y era un ambiente casi oscuro, pareciera como si alguien cometiese algo. Llegó un hombre de traje con un maletín, de gran finta de ejecutivo, pero lo raro es que se ofreció por el papel de payaso.

Platicamos un rato y lo contraté, y le di un camerino para que pueda dormir ahí. Lo que siempre me ha llamado la atención de el, es que el siempre andaba con su maletín en mano y jamás se lo arrancaba de la mano, y todo el circo curioso deseaba saber que había en su interior que tanto debía proteger.

¿Oro?, ¿Recuerdos?, ¿Un pasado?, quien sabe...

Siempre que se le preguntaba por el maletín cambiaba a una cara morbosa y sacaba de casualidad otro tema. Era como si la suerte lo ayudase porque cada tema que sacaba siempre estaba relacionado con algo de nuestras vidas, como si nos estuviera observando desde un gran tiempo.

Hasta que en un inconveniente, teníamos una cena en el circo y de repente... saltaron unos policías hablando en ingles tirando todo al suelo. Agarraron a Roberto, lo esposaron, Roberto gritando por su maletín pero los policías se llevaron a Roberto, dejando su maletín.

Luego de una semana no se supo nada mas de Roberto, aunque según me dijo el hombre bala: ''Dicen que era un fugitivo que trabaja en no se con que proyecto de controlar gente con traumas y no se que más''.

Los tres payasos decidieron entrar en su habitación, oscura, con un ambiente de terror, como una película antigua, sin necesidad de un efecto para dar miedo.

Y ¿Con qué se encontraron?

Exactamente con el mismo maletín, oscuro, con polvo, José lo tomo y lo abrió con gran fuerza, que al abrirlo cayó todo su contenido a la alfombra. Fotos, papeles escritos en ruso, que el hombre bala por suerte los tradujo, que tan solo eran periódicos de asesinatos.

Pero lo mas curioso... una cinta de video llena de polvo. La pusimos, no podíamos creer lo que era, era un video, un carrusel clásico con una música algo intimidante, un flash en la pantalla, un muñeco moviéndose tenebrosamente y luego lo peor de todo, la imagen de un cuchillo cortando una cara por la boca haciéndole una sonrisa, unas imágenes pasadas a tal velocidad que hasta poniendo pausa no las podíamos ver.

Luego un niño durmiendo en una cama y su cara cambió un grito, y luego estática eterna. Nos quedamos shockeados al verlo y luego de verlo ya todo no fue como antes.

En un truco de los payasos, José se torció el cuello llevándolo a la muerte, el hombre bala murió asfixiado dentro del cañón, la mujer gorda de un infarto. Como si esto trajera una serie de mala suerte. Con todos los hechos sucedidos decidí cerrar el circo para siempre.

Nadie habla mas el, ni en internet se encuentra un artículo sobre el circo, el mismo video lo conservaba hace unos años de escribir esto pero una vez que entre a mi hogar, la puerta estaba abierta. Saqué mi arma ya que trabajaba de seguridad frente a un mercado, entré y el maletín estaba, lo abrí y había un papel. Tan solo cuatro palabras en el:

-El payaso te observa-

Bajé el papel y a mi ventana estaba Roberto bajando por la escalera de incendio. Jamás lo volví a ver aunque a veces me siento vigilado. Después de esto vi un video mismo de la cinta pero en internet.

No se quien lo habrá creado pero es un montaje bastante acercado.

¿Será Roberto?, ¿Será alguno de los trillizos haciendo un montaje?

No lo sabré ni me interesa saberlo.1980 Madrid España

Un circo no muy pequeño, empezaba a abrir sus puertas para el mundo del espectáculo de bajos presupuestos. Pero poniendo gana, originalidad y risas en sus espectáculos que lo llevaran al éxito.
Juan Rafael Perez, el presentador del circo, se hizo muy querido entre el pequeño público que cada vez se expandía más a un número mayor de visitantes. Nuestros espectáculos mas amado y favoritos de todos era el de los cuatrillizos sonrisa, un grupo de cuatro payasos agradables que estaban: Juan, José, Raul y Roberto, y esos 4 hermanos eran los mejores, dispuestos a hacer cualquier tipo de truco sin temor, por el tan solo placer de escuchar las risas del público.

Era raro que en un grupo de payasos tengan muchos admiradores, pero lo que es mas raro es que uno de esos payasos tenía una oscuridad detrás de su maquillaje.

Le contaré, los cuatrillizos es solo un nombre, en realidad son trillizos. Juan, José y Raul eran trillizos pero Roberto no es familiar de ellos ni jamás se conocieron antes de entrar al circo.

¿Cómo llegó el payaso Roberto aquí?

Una noche, cuando el circo terminaba un espectáculo que no dio mucho éxito, llovia y era un ambiente casi oscuro, pareciera como si alguien cometiese algo. Llegó un hombre de traje con un maletín, de gran finta de ejecutivo, pero lo raro es que se ofreció por el papel de payaso.

Platicamos un rato y lo contraté, y le di un camerino para que pueda dormir ahí. Lo que siempre me ha llamado la atención de el, es que el siempre andaba con su maletín en mano y jamás se lo arrancaba de la mano, y todo el circo curioso deseaba saber que había en su interior que tanto debía proteger.

¿Oro?, ¿Recuerdos?, ¿Un pasado?, quien sabe...

Siempre que se le preguntaba por el maletín cambiaba a una cara morbosa y sacaba de casualidad otro tema. Era como si la suerte lo ayudase porque cada tema que sacaba siempre estaba relacionado con algo de nuestras vidas, como si nos estuviera observando desde un gran tiempo.

Hasta que en un inconveniente, teníamos una cena en el circo y de repente... saltaron unos policías hablando en ingles tirando todo al suelo. Agarraron a Roberto, lo esposaron, Roberto gritando por su maletín pero los policías se llevaron a Roberto, dejando su maletín.

Luego de una semana no se supo nada mas de Roberto, aunque según me dijo el hombre bala: ''Dicen que era un fugitivo que trabaja en no se con que proyecto de controlar gente con traumas y no se que más''.

Los tres payasos decidieron entrar en su habitación, oscura, con un ambiente de terror, como una película antigua, sin necesidad de un efecto para dar miedo.

Y ¿Con qué se encontraron?

Exactamente con el mismo maletín, oscuro, con polvo, José lo tomo y lo abrió con gran fuerza, que al abrirlo cayó todo su contenido a la alfombra. Fotos, papeles escritos en ruso, que el hombre bala por suerte los tradujo, que tan solo eran periódicos de asesinatos.

Pero lo mas curioso... una cinta de video llena de polvo. La pusimos, no podíamos creer lo que era, era un video, un carrusel clásico con una música algo intimidante, un flash en la pantalla, un muñeco moviéndose tenebrosamente y luego lo peor de todo, la imagen de un cuchillo cortando una cara por la boca haciéndole una sonrisa, unas imágenes pasadas a tal velocidad que hasta poniendo pausa no las podíamos ver.

Luego un niño durmiendo en una cama y su cara cambió un grito, y luego estática eterna. Nos quedamos shockeados al verlo y luego de verlo ya todo no fue como antes.

En un truco de los payasos, José se torció el cuello llevándolo a la muerte, el hombre bala murió asfixiado dentro del cañón, la mujer gorda de un infarto. Como si esto trajera una serie de mala suerte. Con todos los hechos sucedidos decidí cerrar el circo para siempre.

Nadie habla mas el, ni en internet se encuentra un artículo sobre el circo, el mismo video lo conservaba hace unos años de escribir esto pero una vez que entre a mi hogar, la puerta estaba abierta. Saqué mi arma ya que trabajaba de seguridad frente a un mercado, entré y el maletín estaba, lo abrí y había un papel. Tan solo cuatro palabras en el:

-El payaso te observa-

Bajé el papel y a mi ventana estaba Roberto bajando por la escalera de incendio. Jamás lo volví a ver aunque a veces me siento vigilado. Después de esto vi un video mismo de la cinta pero en internet.

No se quien lo habrá creado pero es un montaje bastante acercado.

¿Será Roberto?, ¿Será alguno de los trillizos haciendo un montaje?

No lo sabré ni me interesa saberlo.

El mal de ojo

Uno de los más conocidos mitos y leyendas de Mexico aunque no se sepa bien su inicio; este mito nos dice que entre los pueblos antiguos se creía que cuando un niño enfermaba era porque le “echaban mal de ojo”. Esta idea argumentaba que el infante no tenía ninguna enfermedad o padecidimiento de origen orgánico y que todos sus problemas (llanto, insomnio, vomito) se debían a que alguien había echado sobre el su influencia maligna y que podía llegar a terminar el su muerte. Para suerte del niño y la familia existía un remedio, el cual es colocar prendido a la ropa, a la cuna o a la carriola un lazo rojo, una cruz de caravana o varios escapularios.

Una visita en la noche

Nos da miedo lo que no vemos porque es entre las sombras donde se esconden nuestras peores pesadillas...¿Apagamos la luz?. Nos acababamos de mudar a una casa súper vieja. A mi madre le encantaban las casas aniguas, cuanto más viejas mejor porque así podía pasar más tiempo reformándolas. Yo no tengo sus mismos gustos y esa noche estaba muerta de miedo...... Las persianas no hacían más que golpear contra los cristales haciendo un ruido como si alguien arañase el cristal, como si alguien al otro lado queriendo entrar. <<Venga duerme, dueme>>, me repetía todo el rato, pero no había manera, ¿por qué estas casas vijas tienen que ser tan oscuras? Me daba miedo estar sin ninguna luz así que alargué la mano para encender la lámpara de la mesilla, pero no funcionó. Le volví a dar al botón pero nada, ¡menuda noche para que fundiera la bombilla! Me levanté de la cama decidida a dormir con la luz del cuarto encendida. Como no me conocía bien la habitación, me puse a recorrer en cuarto con una mano en la pared. Cuando llevaba unos pasos, choqué contra algo. Lo toqué con miedo y descubrí que ¡era un chico! Me quedé paralizada por el miedo. Él se aprovechó de que estaba así y se acercó a mi. Sus dedos fríos me pusieron la piel de gallina cuando me apartó el pelo para susurrarme al oído: <<Esta casa es mía, ¡sal de aquí si no quieres que te pase lo mismo que a mi!>> No necesité que me dijera nada más. Salí corriendo al salón, ahí estaba mi madre muerta de miedo.
<<¿Tú también lo has visto?>>, le pregunté. Ella asintió mirándome a los ojos. Al día siguiente nos fuimos de esa casa. Unos meses más tarde, haciendo un trabajo de historia, encontré una foto de mi antigua casa junto a una noticia que decía: <<Aparece un joven muerto en extrañas circunstancias>>. En la foto aparecía un chico con cara triste. Me quedé mirándole un rato. Nunca podré olvidar su cara, la cara del fantasma que me habló aquella noche.

POKÉRUS

Los Pokémon son versiones mutantes de las especies de la Tierra, que se originaron con el virus Pokérus. Las criaturas infectadas con Pokérus crecían y evolucionaban más rápido. Cuando el cometa original con el Pokérus chocó en la Tierra, ya tenía encima formas Pokémon de otros planetas como Clefairy y Deoxys.

Se dice que Ditto es el Pokérus en una forma pura e inteligente. Mew puede estar relacionado a esta forma, pero en un estado de evolución más avanzado e inclsuo fusionado con otra especie primitiva de Pokémon.

En la actualidad, la mayoría de las formas previas de vida en la Tierra han sido reemplazadas enteramente por versiones Pokémon, excepto por algunas aves, peces y humanos. Algunos dicen que los humanos están afectados ya por el Pokérus, de ahí el fenómeno de niños que poseen la capacidad mental de adultos y alcanzan la madurez sexual tan pronto como a los diez años.

La naturaleza destructiva del Pokérus es lo que ocasionó que el planeta en el que se encontraba fuera destruido por el proceso de Poder Pokémon. Muchos de los Pokémon casi divinos (los llamados "legendarios") que existen aún, sobrevivieron a la destrucción de ese planeta y posiblemente a muchos anteriores a ese, usando sus habilidades variadas para manipular tiempo y espacio, e incluso viajar entre dimensiones.

Los Pokémon están ya en un estado tan peligroso que les permite destruir ciudades enteras y paisajes. (Esto explica la apariencia rudimentaria de la mayoría de las ciudades y pueblos, así como la falta de caminos y autopistas.) Algunos trabajan en escalas pequeñas, secuestrando niños o devorando las almas de algunos individuos. Es inevitable que en algún momento la gente que tiene sexo con Gardevoirs y Lucarios cree una especie humana-Pokémon que acabe con la población humana inevitablemente.

El Virus Pokérus será el fin inevitable de toda la vida sobre la tierra. El Pokérus causa que las cosas muten extremadamente rápido, así que Missingno es solo un extraño caso extremo. La mayoría de estas especies mueren rápidamente gracias a la selección natural, pero por alguna razón, la costa de Canela es el único hábitat que les permite sobrevivir.

Bajo Un Cielo Rojo – Parte Final

Se puso de pie, mal herido, sin borrar la sonrisa de su rostro. Tomó la Mágnum y la única bala que quedaba, cargó y guardó entre el pantalón.

Habían halos de luz que salían desde la tierra, tenues y extrañamente cálidos, llenando el cielo de ondas rojizas. Los sonidos del silencio hacían mella en la cabeza de Cid, quien paso tras paso, muy mal herido y aun sonriendo, se acercaba a las puertas de la Catedral.

Los cánticos no eran… cánticos como tal. Iluminación anaranjada salía de los cristales rotos de la antigua estructura, así como también aquellos zumbidos vocales de cosas extrañas que nadie entendía, más que los lideres en disputa. Los cadáveres adornaban las calles, ríos de sangre se evaporaban al son del calor de las llamas infernales, paso tras paso, paso tras paso, más y más cerca de la Catedral, pateando cabezas y entrañas rostizadas.

Ángeles caídos aguardaban detrás de los escombros, viendo como aquel mortal haría frente a quien sabe lo que estaba dentro, con sus alas quemadas y heridas de muerte.

- A la Mierda el Apocalipsis…

Con un fuerte empujón corrió una de las puertas y entró con las pocas fuerzas que le quedaban. Un largo pasillo entre la multitud encapuchada daba hacia el Altar donde el sacrificio se daría a cabo. Susana, muy mal herida, estaba sobre él, y el Viejo, que ya no era un viejo, volteaba lentamente, poniendo atención al Mortal que acababa de interrumpir el ritual.

Cid miró sorprendido la apariencia del viejo. Humana aun, pero físicamente fuerte, desgarrado, desfigurado y con… bueno, con cosas propias de los demonios, ya saben…

- Hazazel, ¿Eh? Conozco a algunos como tú…

El Demonio candidato al Liderazgo mundial solo gruñía y sonreía, dejando ver la putrefacta sonrisa de la que era dueño. En sus manos, sostenía una especie de cuchilla, la cual dejó al lado de la maltrecha Susana, para acercarse tranquilamente hacia Cid.

Por su parte, el muchacho, mientras caminaba ya casi desvaneciéndose, miró que entre la gente, en el suelo y media escondida, estaba Michelle, tapándose la boca y mirando esperanzada a Cid. El solo le dio un guiño y siguió su camino.

Todos aquellos dentro de la Catedral se iban acercando a medida que El Mortal y el Demonio iban acercándose. Ya no habían cantos ni murmullos, la luz se hacia cada vez más opaca y la tensión llenaba el aire. Susana no podía ni moverse, sintiéndose cada vez más y más débil, dejando caer lágrimas y susurros llamando a su marido. También angustiada por la actividad inusual de su vientre, donde Lumine empujaba y pateaba de forma inusual para una bebé de 8 meses.

Frente a frente, ahí los dos. Cid sacaba el arma cargada y dejaba la munición a punto. Hazazel, de dos metros y medio de estatura, solo gruñía por lo bajo y miraba de forma insignificante a Cid.

- Un disparo en la cabeza y te eliminaré. Sacaré a mi esposa de aquí y tu Jefe ganara esta disputa. Al menos él es más discreto para sus cosas.

Hazazel solo alzó su brazo y de un Brutal azote, mando a volar a Cid contra uno de los pilares de la catedral. El cuerpo despedazado con el violento impacto se dejó caer ante los Ojos de los asistentes al ritual, y cayendo a tres metros de Michelle, que ya sin fuerzas ni esperanzas, lamentaba la perdida del único que, quizás, podría salvarlas a las dos.

Hazazel dio un Rugido hacia el Cielo y volvió su ruta hacia lo que quedaba de Susana. Los asistentes se estremecían, y sin perder tiempo comenzaban a alzar sus manos hacia el cielo y cantaban en sus extrañas lenguas. Por Michelle ni se preocupaban, estaba demasiado débil e indefensa para hacer algo.

Hazazel exclamó un par de palabras en lengua desconocida y los fieles enardecían. Comenzaba a temblar y el calor se hacia insoportable. De los pueblos y lugares aledaños, ríos de lava arrasaban con los campos y las casas. La oscuridad daba el asilo a las alimañas que hacían la transición, alimentándose tanto de los pocos animales vivos o de los pocos sobrevivientes. Todo árido, todo seco, no había agua, pasto, ciudades, mares. Lentamente el Rojo comenzaba a apoderarse de todo, pero esta ves no solo en el cielo, sino que también en la tierra. La transición estaba casi completa.

Hazazel tomó la Lanza del destino, necesaria para poder realizar el último y más importante paso para ganar un ausente Lucifer. Lumine seria el heredero de la próxima generación de demonios, de la nueva estirpe de Ángeles, de Dioses y líderes Todopoderosos… Lumine es la elegida.

Levantó el Filo y de dispuso a cortar la carne, apoyado por un estrepitoso coro de los Fieles que veían, esperanzados, la escena.

Pero un grito resonó desde uno de los Pilares.

- “Y aquel que tenga inteligencia – Decía Cid mientras se ponía de pie y sacudía sus pantalones – que calcule el numero de la bestia…”

Hazazel miraba algo reacio en su condición de demonio Todopoderoso. Pero Su rostro cambió cuando al voltear a terminar su trabajo, vio símbolos formándose en el vientre de Susana, quien ya había fallecido, mas su vientre seguía activo.

- “…pues es el numero de un Hombre, y ese numero…” – Seguía diciendo Cid, acercándose de forma rápida y elegante, mientras se arreglaba la ropa y sus heridas iban curándose de forma gradual.

Michelle miraba atónita la escena, al igual que los fieles, quienes querían acercarse pero había algo que no los dejaba en paz, algo que los detenía… una fuerza mayor.

Hazazel pasó de la sorpresa al horror.

- “…es el 666”. ¿Me oíste, hazazel? Es el 666, el que está marcado en la panza de Susana, Imbécil.

Cid se puso en frente de hazazel. En lenguas, comenzaron a charlar.

- No puedes arrebatarme esto. Esta es MI oportunidad y no pensare entregártela, Lucifer…

Lucifer sacaba un cigarrillo y lo encendía, mientras volteaba a ver a los asistentes, en especial a Michelle quien ya había perdido el conocimiento.

- Luché por este lugar todo este tiempo. Llevo milenios tratando de reinar aquí y bueno, digamos que me llego un dato y aproveché la oportunidad. Dejé todo en su lugar – continuaba mientras volteaba hacia Hazazel y daba una calada al cigarro – y digamos que Cid se gano un lugar especial entre aquellos que queden.

Los temblores se hacían más fuertes y la destrucción ya era inminente. El tiempo parecía detenerse poco a poco y Hazazel no podía más con la ira contenida. Todo había fallado. Pero no podía dejar todo así como así.

- ¡No dejaré que tu criatura me quite el reino, Demonio!

Hazazel volteó veloz y se aprestaba a perforar el vientre de Susana, aplastando lo que fuera que sea que estaba adentro. Lucifer se puso el cigarrillo entre los labios y golpeo al Demonio, rompiendo costillas, columna y mandándolo al carajo. De un salto, llegó nuevamente a su lado y lo tomó del cuello, levantándolo con facilidad, para darle otro golpe, arrancándole la mandíbula inferior. Los fieles no resistieron ver la escena y se lanzaron a atacar a Lucifer. Los golpes no hacían daño, y de forma arrogante, Luci se separo del grupo, arreglo su chaqueta y abriendo la boca de forma descomunal, lanzo Lenguas de Fuego, que carbonizaban a los desgraciados que estuvieran cerca, y encendían vivamente a los demás. Uno de los Fieles tuvo la idea de eliminar al Feto maldito, acercándose sigiloso, pero Luci también tenia algo para aquel ingenuo, dando un salto, tomándolo y partiéndolo por la mitad como quien come chocolate. En su distracción, Hazazel en un arranque de energía y Odio, dio una brutal embestida a Lucifer, destruyendo todo a su paso y demoliendo uno de los Muros Principales de la catedral. Luci, a pesar de haber recibido daño, tomo nuevamente a Hazazel del cuello y lo miro directo a los ojos Cristalinos.



- No eres más que un demonio de mierda. Eres un rezagado, estas y estarás bajo mi sombra, y puedo eliminarte cuando y como yo quiera. Además, apagaste mi cigarrillo.

Hazazel trataba de liberarse en vano. Lucifer tomó algo de fuerza y susurró un par de palabras al oído del Pobre demonio.

- …y lo del cigarro no te lo perdonaré.

Acto seguido, trituró el cuello del Demonio, separando su cabeza del cuerpo y apagando su vida, para siempre.

Caminó tranquilo y llegó hasta el cadáver de Susana. Le dio una caricia y tomando el cuchillo, dio un par de palabras al aire y perforo delicadamente la carne. En ese momento, el tiempo termino de detenerse. El silencio reinó, la nada era omnipresente, solo Lucifer y su hija, quien peleaba con la carne y la piel de su madre muerta, respiraban.

Había planeado todo desde que Dios nos había abandonado. Hombre separado con pasado desconocido y cuerpo saludable. Por eso Susana había notado el extraño comportamiento de su Marido días antes de la Transición. Lucifer hizo su trabajo, poseyó, se apoderó, y plantó su semilla en una chica pura, hermosa. El resto era cosa de tiempo. Dejo que Hazazel hiciera los preparativos y la Translación. Lucifer solo debía aparecer cuando debía, y listo.

Con su pequeña en brazos, dio un chasquido y la Catedral comenzó a caerse a pedazos. Le cerró los Ojos a Susana y comenzó a deslizarse entre los cadáveres quemados de los Fieles que apoyaban a Hazazel. Fuera del lugar, se oian gritos de sufrimiento y euforia.

Antes de salir, Lucifer se acercó a Michelle, quien aun se mantenía con vida. Terminó de matarla ahogándola y luego la trajo a la vida, con sus heridas curadas y una nueva percepción del mundo.

- Me presento; mi nombre es Lucifer. Por favor, toma mi mano.

A las puertas de lo que quedaba de la catedral, Lucifer daba un suspiro, con su hija reposando en un brazo y la mano de su Mujer en la otra. Las bestias y alimañas, quienes revoloteaban haciendo sufrir a las miles de nuevas almas, detuvieron sus actos y dieron reverencia a su nuevo Señor.

Lucifer se dispuso a avanzar y a desaparecer entre el fuego del averno y sus súbditos. La Tierra era un festín de sangre y almas desgarradas de forma despiadada. Una esfera roja sin esperanzas de Luz ni misericordia. Una Tierra seca de toda esperanza, Bajo un Cielo rojo.

El príncipe de las Tinieblas ahora era el rey.

El Rey de las Tinieblas…



Antes de empezar sus labores, Lucifer vio a lo lejos a un tipo en especial, cubierto por completo, de ojos brillantes y apoyado en un bastón. El Hombre solo miraba recelosamente a Luci, como queriendo decirle algo.

El Nuevo rey de la tierra sonrió.

- Así que también te abandonó, ¿eh, Nazareno?

El Hombre volteó y se retiró sin rumbo fijo.

- Ya hablaremos…- Murmuró Lucifer.

Bajo Un Cielo Rojo – Parte 2

…y corrieron.

Enjambres de Iracundos arrasaban con todo a su paso, aun más furiosos, aun más sedientos de sangre. La gente, débil, algunos enfermos de consumir alimentos rancios, eran incapaces de defenderse de alguna manera. Cid se escabullía entre la multitud, sin soltar a su mujer embarazada ni tampoco sacarle un ojo de encima a Michelle, quien venia apenas con su hombro. Tampoco se animaba a disparar; no sabia si mataría a un Iracundo o a alguna persona normal. Aunque en ese momento, todos eran bestias salvajes tratando de sobrevivir.

La Iglesia ya empezaba a derrumbarse, los escombros caían como copos de nieve, aplastando a los desprevenidos, provocando fracturas y dejando a merced de los Iracundos a aquellos desafortunados. Cid no sabía si tenia suerte o su habilidad era innata. Aunque no le duró mucho, cuando vio que una Bestia tomaba a Susana y la jalaba hacia un grupo de demonios hambrientos.

- ¡¡Susana, Carajo!!

Cid apuntaba sin éxito, entre que corría para no perder a Susana de vista y todo el ajetreo. Guardó el arma y se lanzo hacia el iracundo, golpeándolo severamente en plena sien. La bestia aturdida soltó a Susana y gruñó mirando hacia el muchacho que lo acababa de golpear.

- ¡Ven acá maldito! ¡¡A ver que es lo que tienes!!

El alardeo le duró poco, cuando se vio abalanzado por el Humanoide demoniaco, aturdiéndolo a él ahora. Dio un cabezazo, luchando hasta las últimas, y un puñetazo que le arrancó la mitad de la nariz. Noqueó a uno, pero se le lanzo otro. Luchaba desesperado, escuchando los gritos de Susana, pero ya era demasiado para el, agotado y aturdido.

Pensó que era el fin, vislumbrando el Cielo Rojísimo, aun más tenebroso y menos esperanzador que hace una hora atrás. Y Una explosión en la cabeza de la bestia lo ayudo a seguir.

- Gracias al cielo dejaste esta preciosura en casa…

Michelle apuntó a dos más y disparo, eliminándolos en el acto.

Cid se levanto con la ayuda de Susana y se reincorporo, mirando de reojo a Michelle y a la obra de arte que había provocado en la Broken Butterfly.

- Si salimos de esto, deberás dármela cargadita, ¿eh?

La Iglesia ardía y de caía a pedazos en un hermoso espectáculo sulfúrico, lleno de anaranjado mortal y Rojo de pasión podrida. El grupito sobreviviente lamentaba la perdida de algunos, pero debía seguir corriendo, la mitad había muerto o agonizaba, y eso que recién habían salido del lugar aquel. Cid tomó a Susana nuevamente y miro a Michelle, haciendo un gesto de seguir adelante.

El Cielo se quejaba y dejaba caer algunas plumas. Mientras corrían, podían ver cuerpos caer del cielo, algunos llorando y lamentándose, culpando al señor de la desgracia de la tierra.

- No… Dios no nos ha abandonado… – Se quejaba Susana.

- No es momento para hablar de estas cosas, chica embarazada – Respondió Michelle.

- ¡Pero como no lo ven! Mi bebe aun esta aquí, vivo… lo siento moverse, y lo cuido, gracias a Dios y a lo que Cid hace por mi.

Cid solo miraba a su esposa acariciar su panza como una madre lo haría.

Pero la escena tierna se vio interrumpida por un grito de Michelle. Cid volteo rápido como un rayo, sacando su arpa y apuntando firme.

- ¡Viejo imbécil, que me asustas!

Era el Viejo que los había llevado a la iglesia. Aun seguía vivo.

- Así que la carrera no te mato, ¿eh?

No hablaba, agitado, cansadísimo. Apunto rápidamente a un callejón limpio y se dirigieron al lugar aquel.

Llegando y sentándose, con armas en mano, el viejo abrió un libro de entre sus manos y comenzó a leer.

“De la decepción del señor hacia sus Ciervos, encontraran Los Caídos la Oportunidad perfecta. Lo Ultimo que quedaba en la Caja ya no servirá contra el dolor y la tiranía que se viene en contra de la humanidad y su infinita estupidez. Que pidan perdón, que corran, su sangre limpiara la tierra y purificará los cielos…”

El Viejo tomó aire, cambió la página y prosiguió.

“Recuerden bien estas palabras, estos nombres y este aire de profecía: El Hermoso Lucifer y el despiadado Hazazel tendrán el permiso del Omnipotente para revitalizar y limpiar la tierra a gusto. Comerán y teñirán, desgarraran y poseerán, destriparan y quemaran, todo para quedarse con lo que quede del Nuevo Infierno. Pero aquellos que se queden serán testigos: no lo olviden, aquellos que me leen, que donde hay Sombras, siempre hay un halo de Luz…”

Cid acariciaba a Susana mientras veía al Viejo cerrar el libro.

- Así que eso es. Estamos todos jodidos. Creo que hubiera sido buena idea rezar… no, esperen…. No era buena idea, si Dios nos abandonó, ¿no?

El Viejo miro atento a Cid, para mirar después a Michelle y por ultimo, a Susana. Se puso de pie y miró hacia el cielo.

- Hay que moverse.

Las calles se veían “limpias” aparte de las tripas y los caídos agonizantes. Tomando un halito de fuerza, avanzaron casi sin detenerse, hasta que vieron en el horizonte la santa estructura, que a pesar de la destrucción en el mundo, se mantenía firme y en pie.

Se pararon ante la catedral. En el aire se sentían voces, se sentía el soplar pesado del viento. Estaban cansados, y detrás de ellos, iban llegando los pocos supervivientes, algunos bien, otros heridos, algunos mutilados o amputados… pero llegaban. Se miraban los unos a los otros con gestos de esperanza y hasta se abrazaban para reconfortar el lúgubre momento.

Cid abrazó a Susana y le besó el vientre. Luego volteó y miró a Michelle, quien lloraba sentada en el suelo. Susana y Cid se miraron, y fue ella quien le dio un gesto de aprobación a su Marido. Tomó aire y se sentó al lado de su Exesposa.

Le puso la mano en la espalda y carraspeó un poco.

- …no dejaré que te pase nada, Michelle.

- Cid, recuerdas… ¿Recuerdas cuando me preguntaste de los niños?

Cid dejo caer una solitaria lágrima.

- No es necesario que me digas nada. No hubieras dejado que los mataran si hubieras actuado a tiempo.

- ¡¡No fue mi culpa, Cid!! ¡Maldita sea toda esta situación de mierda!

El llanto de Michelle se escuchaba fuerte e inquieto a los presentes. Cid la tomó en sus brazos y la apretó fuerte, transmitiéndole en ese acto de alguna u otra manera, su pesar. Susana miró su vientre y agradeció a quien sea el factor de que su criatura siguiera con vida.

Pero Cid abrió los Ojos, y de la pena pasó a la angustia total cuando se percató de que el Cielo ya no era Rojo, sino que tomaba un tono negro agresivo. No había estrellas, no había guerra en el cielo, los ángeles ya no volaban ni peleaban, y de las calles de alrededor salían Iracundos, por montón. La gente se agrupó y tomaron el arma que tenían a mano. Susana, quien se había pegado a Víctor, noto algo aun más extraño.

- El… ¡El Viejo!

Todos voltearon incrédulos, viendo como el Viejo caminaba tranquilo hacia las Puertas de la Catedral, abriéndolas y mirando disimuladamente hacia la pequeña multitud.

- ¡Eres un viejo de m…!

No alcanzo a responder. Los Iracundos atacaron en grupo, sin piedad, completamente cegados y con más fuerza que antes. Cid golpeaba y disparaba, tratando de proteger a Michelle y Susana, sin discriminación. Balazo tras balazo, la adrenalina fluía y la Estamina parecía no acabarse. Cid empujaba a ambas Mujeres hacia las puertas de la catedral mientras le reventaba los sesos a los Endemoniados Iracundos que se acercaran.

Al acabarse los cartuchos, Cid empuñó las manos y comenzó a repartir trancazos a todo lo que se moviera. Ya comenzaba a fatigarse, caminando hacia atrás, guiando a su esposa y a su Ex hacia la posible salvación que aguardaba en la catedral, sufriendo cada segundo, gastándose los nudillos, sangrando de sobremanera. Michelle no quiso ser menos y saco la Magnum, disparando por detrás de Cid, matando y reventando Iracundos de forma deliciosa. Pero al llegar a las puertas, que lamentablemente ya estaban cerradas, no quedaban Balas, energías ni lagrimas. Un rio de sangre había por delante de ellos, y los Iracundos los tomaban por donde sea, forcejeando hasta el ultimo aliento.

Ya nada era extraño a esas alturas, por eso Cid no se sorprendió cuando vio las Puertas abrirse nuevamente, con el Viejo en la entrada. Todo se hacia sordo, un pitido era lo único que Cid escuchaba. A lo lejos y aun luchando, veía como Susana y Michelle eran arrastradas hacia dentro de la catedral, junto a un grupo de personas, todas encapuchadas.

- Creo que no es coincidencia que tu Hija vaya a llamarse Lumine, ¿No, Cid?

Cid se quedó de piedra, y dejó de forcejear. Ya lo comprendía, nada más valía la pena.

Las puertas se cerraron, dejando atrás los gritos vacíos de la gente y de las dos chicas que protegía.

Pensó, mientras se iba a negro, que todo había acabado. Todo estaba oscuro, el cielo no estaba, la tierra era un montón de cenizas y no había gente. Cerró los ojos y se entregó a lo que sea.

Pero después empezó a toser y a quejarse. Que extraña mezcla de sensaciones, se decía.

Pero fue mejor cuando abrió los ojos y se encontró tirado, mal herido pero vivo, con la Pistola en su bolsillo y a unos cuantos metros de la Catedral.

En su miseria, Cid sonrió.

Bajo Un Cielo Rojo – Parte 1

- Oh…

- ¿Sucede algo amor?

- Creo… creo que está pateando…

Cid miró con cariño a Susana y acarició como pudo su panza redondeada. Afuera del cubículo, bajo un Cielo Rojo, Los Iracundos corrían sin sentido, buscando de forma irregular a través de las calles y las casas destruidas, algún alma desafortunada, para prepararla, rasgarla o morderla.

De reojo se aseguraron de que los Iracundos más imbéciles no se percataran de su presencia, y salieron corriendo del lugarcito ese, en el que llevaban ya más de una hora.

El Mundo venia ya en decadencia; naciones dominando a costa de tecnología y guerras civiles, el agua escasea y todo lo que sirve para vivir vale más que tu propia vida. Y ha hace una semana, la gente empezó a correr y gritar y gruñir sin razón alguna. El cielo estaba teñido de rojo carmesí, no había noción de día o de noche, de tiempo o espacio. Seres alados volaban y estruendos brillantes reventaban en los cielos. Metales, chirridos, gente poseída, corriendo.

Antes de que las cosas se salieran de control, se había establecido que el “Virus” no era contagioso, pero que no era seguramente un Virus como tal. Luego todo se fue al carajo.

Quedaban pocos lugares en donde esconderse. Había un calor de mil demonios y todo se derrumbaba de a poco. Susana corría de forma cautelosa, con tal de cuidar al bebe que llevaba colgando de su pancita. Cid solo rezaba por que algún milagro limpiara el aire del azufre y aclarara los cielos del fuego celestial, o infernal, o lo que sea.

- Psst – Se escuchó desde un pequeño callejón.

Susana detuvo a su apresurado esposo y apunto hacia el callejón aquel. De entre el humo y la tenue luz, un viejito con bata negra los llamaba haciendo gestos disimulados.

- No confío en el, amor.

- Es preferible confiar, amor. Además, si fuera uno de ellos, ya se nos habría lanzado.

El tiempo apremia, así que avanzaron raudos hacia la callecita.

Una vez allí, caminaron lento. El Viejito carraspeó y levantó la mirada para hacer contacto visual.

- Sobrevivientes, ¿eh?

- No nos haga desconfiar de usted en estos momentos.

- Los ayudaré, no se preocupen. Síganme rápido.

En el callejón había una puertecita justo en medio, protegida en la oscuridad de la sombra del edificio. Tocó tres veces y luego dos más, a ritmo pausado. La puerta se abrió rechinando, dando paso a un pasillo con una luz al final.

Cid volteó a mirar el apocalipsis una vez más.

Pequeños temblores sacudían los cimientos del lugar. Nadie sabía con certeza el alcance de las cosas que pasaban. Nadie tenía certeza de nada, salvo que se sentía como el fin del mundo, si es que no lo era. Por las calles se podía ver a gente mutilada, gente pidiendo algo de comer, a algunos en sus casas, protegiéndolas en vano. El Azufre, el oxido hacia el aire casi irrespirable, todo se caía a pedazos, todo ardía de forma furiosa… pero extrañamente, la gente solo desfallecía por culpa de otra gente. Hambre, asesinatos, desmembraciones, todo eso era causal de muerte, menos el aire o el fuego. Cid trataba de encontrar respuestas en vano, repasando todo esto en su cabeza, una y otra y otra vez. Susana solo lo miraba con ternura y le besaba la mano.

Llegando al final, se oían canticos y la acústica se hacia mala.

- ¿…una iglesia?

- Si – Dijo el viejito – , una iglesia.

Inmensa y ya empezando a caerse, un grupito alababa al Señor mientras la gran mayoría tenia en su poder palos, fierros, algunas armas de bajo calibre y alimentos a medio comer. Cid no soltaba a Susana en ningún momento, y miraba al Viejito pidiendo explicaciones.

- Considérense afortunados. Estamos preparando una huida hacia la Catedral, a unos 5 Kilómetros de aquí. Sabemos lo que pasa, lo que pasará. Vamos en grupo para hacer el viaje más… seguro, por decir algo.

- Pues es el fin del Mundo, ¿No es así?

- Lucifer y Hazazel se están peleando la tierra. Dios ya desde hace rato nos abandonó y los Ángeles Abandonados a su suerte pelean por quedarse con el bando que eligieron.

Cid miraba incrédulo al Viejito, mientras bajaban con los demás. Esperaron a sentarse por ahí y consumir unos cuantos alimentos casi expirados.

- No creo. Es imposibl-

- Nada es imposible, hijo. Mira el cielo, mira la ciudad, mira a los Iracundos. Aquellos pecadores, violadores pedófilos, asesinos sin corazón… todo ellos se convierten en eso, una pesadilla con piernas, buscando saciar la sed de ira en sus almas… y por supuesto, para en lo posible disminuir la población, para hacer la transición más fácil. Tienen suerte.

La multitud se inquietaba, silenciosa. Todos se miraba los unos a los otros y solidarizaban de la forma que podían. Se oían gritos fuera del lugar y la tierra temblaba con un poco más de intensidad. El Viejito tragó saliva y de una Maletita en su asiento, sacó una Walther P99 y se la entregó a Cid.

- La necesitaras, yo tengo la mía.

- Viejo, tengo una esposa, esta embarazada y debo buscar aun a mi Ex, quien tiene dos pequeños míos. Dígame que pasará, no entiendo nada…

- No hay tiempo, si pasamos esto, te juro que explicare bien las cosas…

Aun sin saber que era exactamente lo que iba a pasar, paso la bala y cerró los ojos. El ruido afuera se hacia más fuerte, el Viejito murmuraba una oración y la poca luz del Lugar se empezaba a desvanecer.

De pronto, una voz se le hizo familiar.

- ¿Cid…?

El Muchacho volteó y boquiabierto, balbuceó.

- ¿… Michelle?

Su Ex esposa había logrado sobrevivir, y se encontraban en el mismo lugar. Le extrañaba la contundente herida en el hombro y la Broken Butterfly en su mano derecha.

- Así que es en tu casa donde estaba mi Mágnum… ¿Donde están los niños?

- Creo que no es momento, Cid.

- Oh, claro que es momento…

Susana y Michelle también cruzaron miradas, curiosas y algo recelosas, pero el lapsus fue interrumpido por un fuerte olor a Azufre y ruidos, gritos, lamentos…

Y las puertas se encendieron. Fuego furioso carcomía la vieja madera y dejaba entrever un futuro no muy prometedor. Los golpes empeoraban el ambiente. Cid volteó la atención a su asustada esposa Susana y le apretó su mano, fuerte. Michelle, por su parte, agarraba con fuerza la Mágnum y miraba su hombro lastimado.

Horror fue lo que se sintió al ver que había aguardando, detrás de las puertas de la Iglesia.

Solo quedaba correr…

Continuará.

¿Bajas?


—Bueno, mañana nos vemos.
—Sí, a las 2 de la tarde.
—A las 2 de la tarde, ¡en punto!
—Prometo no olvidarlo —dice tu novio entre risas, y se despide con una sonrisa en rostro.
Entrando al edificio de departamentos donde vives, buscas al recepcionista con tu mirada, pero no le encuentras. Seguramente se fue a cenar en la bodega otra vez dejando desatendido el lugar, ya le aseguraron que si continúa así lo acabarán despidiendo, y todavía no aprende. Niegas con la cabeza y caminas al elevador, presionas el botón que llama al de la derecha; cuentas 8 segundos hasta que llega y te abre sus puertas. Para tu sorpresa lo hallas congestionado de personas: un niño acompañado de su madre, una joven vestida con el uniforme del instituto que está a pocos kilómetros de tu edificio, dos ancianos y un hombre en saco; todos con una expresión bastante melancólica, y todos alzan su mirada a ti. No sabes qué decirles, o si tan siquiera deberías decirles algo.
—¿Uh…? Niña, ¿vas a bajar? —pregunta la anciana, arqueando la ceja.
Apenas atinas a decir un débil “No”.
—Bien —oprime un botón, el elevador cierra, y prosigue a bajar.
Te asomas por la rendija y ves cómo lo hace. Lo más curioso es, que en tu edificio, no hay más pisos bajo el lobby…

La Dama de Negro


Me gustan mucho los niños…

Sobre todo entre los 8 y 11 años, así son mas tiernos… son mas jugosos, sienten mas miedo.

Oh pero no creas que solo me gustan los niños…  tu ya no eres un niño y te veo desde hace tiempo, harás un buen banquete.

Te preguntaras de que hablo, o tal vez me conoces… soy aquel escalofrió en tu espalda, soy quien se alimenta y se nutre de tu miedo; aliméntame por favor, el miedo que creas es delicioso… por favor lee otro relato, conviértete en mi victima, siente ese miedo que sabes que nos encanta, asi podre visitarte esta noche. O ¿Por qué no escribes un relato mejor?, así dejas que otro sienta el miedo de verme llegar, se mi aliado, se mio… tal vez te conserve.

¿No me crees?, pero si yo te conozco… te encanta el miedo, sentirlo, infundirlo… si tu eres de los míos, tu aun no lo sabes pero trabajas para mi… no me crees, eso no me agrada, tal vez si te visite esta noche, mientras estas en tu cama, y sabes que puedo hacerlo, porque me has abierto tu corazón, te has rendido al miedo y eso nos encanta.

Descuida tu tenias razón y soy solo un invento de tu imaginación, no  puedo hacerte daño… hasta que esta noche pienses en mi.

Descansa … nos vemos pronto…



GoW

Seguramente conocen al personaje kratos de god of war... un juego bastante sádico y agresivo con bestias dioses titanes etc. Como un gran fan del juego busque algún room pirata para mi emulador de ps2 encontré uno del primer juego... era todo igual y termine de jugarlo pero cuando desbloqueo la última dificultad en lugar de llamarse dios(como es en realidad) decía real life sin pensarlo comencé y en lugar de la intro normal me pidió unos datos personales... nombre edad etc. Luego salta a una escena de video de una persona sentada frente a la pc pero no le di importancia... en el juego kratos parecía real y las dagas eran calaveras los monstruos eran personas muy bien gráficadas y la sangre era bastante realista... llegué muy fácilmente a la hidra pero cuando la mató y entro al cuerpo el capitán no esta pero igual puedo volver hacia la habitación... la puerta estaba abierta y cuando entro la escena de video me muestra a mi en lugar a kratos y a mi familia en lugar de la gente que mata... me asusté y apague la pc cuando bajo veo a mis padres y mis hermanos tirados en el suelo degollados y escrito con su sangre en la pared
GAME OVER

La Leyenda de la Hidra

Hercules contra la Hidra

Al llegar al pantano cerca del lago Lerna, sitio donde moraba la Hidra, Hércules cubrió su boca y su nariz con un paño –para protegerse de los humos venenosos– y tiró flechas de fuego para sacar a la bestia de su madriguera. La enfrentó con hoz en mano y la mató, tal como figura en algunas pinturas arcaicas.

Se ha precisado que esta criatura se veía favorecida por una reacción biológica: cada vez que una de sus cabezas era cortada, surgían dos más en su lugar. Esta cualidad era la expresión más acabada de la desesperación que generaba en cualquiera de sus adversarios, aunque no en Hércules.

Los detalles del enfrentamiento fueron narrados por Apolodoro. Cuando Hércules se convenció de que no podría derrotar a la Hidra valiéndose de métodos convencionales, pidió ayuda a su sobrino. Éste le propuso la idea –probablemente inspirada por Palas Atenea– de utilizar trapos ardientes para quemar los cuellos decapitados después de cada cercenamiento. Entonces Hércules se dedicó a cortar cada una de las cabezas de la Hidra mientras su sobrino quemaba los cuellos degollados y sangrantes.

Así, Hércules se enfrentó a la última cabeza, la principal e “inmortal” cabeza de la Hidra, aplastándola debajo de una gran roca que existía en el camino sagrado situado entre Lerna y Elea.

Sumergiendo sus flechas en la sangre venenosa de la Hidra, completó su segunda tarea.

Una continuación de la leyenda indica que luego de cortar cada una de las cabezas de la Hidra, Hércules bañó su espada en la sangre ponzoñosa y después quemó las cabezas caídas para que no pudiesen volver a crecer.

Por último, cabe mencionar que la Hidra es representada luchando contra Hércules en numerosas estatuas y esculturas. Muchas de ellas se encuentran en el Museo del Louvre, en París

Sólo en mi mente


Esto no es una historia de terror, ni mucho menos, podría decirse es una recopilación de mis memorias; fue la forma más adecuada que encontré para poder cuantificar lo que he venido experimentando desde que todo esto comenzó.
Se remonta a cuando tenía alrededor de 12 años y mis padres me obsequiaron mi primera computadora para que pudiera hacer trabajos escolares. La compartía con mis hermanas, siendo mi hermana mayor la que más uso le daba, pero yo rápidamente aprendí a usarla a un nivel mayor que ella. Junto con la computadora vino el internet y mi primera incursión a la red,  recuerdo cómo claramente mis primeras búsquedas me llevaron a conseguir dibujos de videojuegos que solía usar en ese entonces.
Un tiempo después bajo la recomendación de un compañero de clases, comencé a visitar páginas con historias de terror, cosa que se volvió adicción. Conseguí libros del género, algunos con supuestos rituales de brujería; recopilaciones de leyendas urbanas y enseguida por la pereza en algunas ocasiones que ocasionaba la lectura, también discos, mp3 o películas relacionadas. No pasaba un solo día sin que tuviera algo que me hiciera sentir temor, ¡y lo amaba!
Pasé toda mi secundaria en esto, y al principio sólo era así. En algunas ocasiones conseguía asustarme tanto que no lograba dormir durante toda la noche, pero lo disfrutaba; no me apartaba demasiado de la gente, no tenía problemas en la escuela así que no se me reprochaba la actitud. Siempre cumplía con mis trabajos y mis tareas, y mis tiempos libres se dedicaban de lleno a la lectura o la escucha de mis historias. El paso de los años no afectó mi actividad.
A los 17 las cosas se tornaron un poco más raras:  tenía la costumbre de acomodarme en un sofá en la sala y leer durante horas, al cabo de un rato mientras hacía eso comenzaba a sustituir aquello que me rodeaba por otras figuras vinculadas a historias que recordaba haber leído hacía mucho tiempo; transformaba ropa amontonada en un esquinero a un anciano de muy avanzada edad, con su espalda encorvada, vestido con una tela raída y con muestras de putrefacción, la misma que cubría la totalidad de su cuerpo a excepción de sus manos y parte de su rostro.
En la puerta del cuarto contiguo al mío se encontraba una cortina de manta caída que no acomodaba puesto que ese cuarto estaba en desuso, y siempre que cruzaba mi puerta me quedaba un segundo parado fuera de ella al confundir la cortina con un tipo recargado en el marco, cruzado de brazos con ropa muy al estilo de los 50’s, fumando. No le di mayor importancia a estas cosas, simplemente suponía que de alguna manera mi mente asociaba esas siluetas con las historias que leía; pero me parecía curioso cómo era que figuras tan simplonas como ropa amontonada y una cortina caída las percibiera como 2 personajes tan singulares y detallados.
Cerca de mis 20 años, o más acertadamente a finales de mis 19, comencé a escuchar voces, sumado a que cada vez era más común que divisara siluetas extrañas durante mis días. Por la noche, cuando me despertaba de madrugada me encontraba con una figura alta encapuchada sosteniendo un cayado y al mismo tiempo que se apoyaba en él. No había una sola parte de su cuerpo al descubierto, incluso la mano con la que sostenía el cayado se mantenía en la más profunda de las oscuridades, impulsada por el infinito abismo que se creaba dentro de su manga. Al principio cerraba mis ojos y al abrirlos nuevamente forzando mi vista para hacer un enfoque más fiel, aquella figura desaparecía,  pero pronto esto dejó de ser suficiente. Me veía obligado a encender la luz para descubrir que allí no había nada además de mi aparente desesperación expandiéndose hasta cubrir de lleno la habitación.
Las voces iban y venían a su antojo, llegué al punto de que incluso no  me percataba que seguían allí, siendo ya algo tan normal para mí; pero la situación se aceleró.
Me encontraba comiendo con unos amigos de mi trabajo en un restaurante al cual debías esperar una buena hora para poder entrar, o reservar, pero claro, ¿quién se tomaría la molestia de reservar para ir a comer hoy en día? Sobretodo un puñado de adolescentes que sólo buscaba hacer espacio para postre. Después de un rato conseguimos una mesa, comenzamos a comer y a charlar de cosas con poca importancia, y la escuché, una voz que me dijo y continuó persistiendo en que algo terrible acontecería, que debía escapar de ese lugar de inmediato y aun así me advertía que me alejara de las puertas, que pusiera distancia entre las ventanas, ¡escóndete!, ¡huye!, ¡aléjate! ¡Están aquí por ti! Se encuentran aquí para reclamar tu vida, para arrancarte el alma, no tienes oportunidad; pero aun así deberías esconderte. ¡Prepárate! Están por llegar.
Podía sentir cómo mi cuerpo se tensaba, mis ojos comenzaron a arder, sentí un frío recorrer mi nuca y bajar hasta mi cuello. Apenas noté que el acceso a la puerta principal quedó libre me levanté de la silla lo más rápido que pude y puse todas mis fuerzas en ordenar a mis piernas que se movieran.
Corrí, en verdad lo hice. Como nunca lo había hecho antes. Tomé conciencia de lo que hacía un rato después, sentía un hormigueo en mis piernas y una molesta vibración en mi bolsillo izquierdo; volví en mí y me percaté de que mi celular estaba sonando, sin saber durante cuánto tiempo, y atendí a la llamada. Recuerdo muy clara la conversación, era uno de mis compañeros, me preguntaba el por qué de haber salido corriendo, que si había tenido algún tipo de emergencia, hace más de 30 minutos que te fuiste, ¿está todo bien?
Me limité a responderle que me encontraba bien, que los vería el lunes en el trabajo. Después de aceptar mi respuesta y comentarme que estaba ahí para ayudarme si lo necesitaba, cortamos la llamada. Reparé en lo que acababa de decirme. 30 minutos, me perdí dentro de mi propia mente durante 30 minutos y había estado corriendo, sin parar seguramente, lo notaba en mis piernas. Necesité varios minutos para recuperarme y orientarme, estaba lejos, me encontraba apenas un par de minutos de mi casa tomando en cuenta que el camino a pie desde el restaurante es de alrededor de 1 hora y media.
Intentaba recordar, poner mis ideas en orden, pero los pensamientos y las imágenes no acudían a mi mente. Caminé el resto del camino a casa,  a esas horas eran pocos los que circulaban las calles. Abrí la puerta y me dirigí a mi cuarto, estoy seguro de haber visto sombras moviéndose en el fondo de la casa, pero estaba tan ensimismado en lo que había ocurrido que no me importó. Subí a mi cama he intenté despejar mi mente, sin darme cuenta quedé dormido entre suaves e incomprensibles susurros que no provenían de ningún lugar.
Todo detonó de una manera muy extrema al día siguiente. Me despertó el sonido que hacia mi teléfono celular en la mesa al vibrar a las 4 de la madrugada, aún no había ninguna luz que se pudiera filtrar por la ventana.
Solo abrí los ojos para ver la hora en mi celular. No quería recorrer el cuarto con mi mirada, estaba seguro de que no era el único en él; pero también sabía que no tenía más opción. Levanté mi rostro hacia la ventana y abrí los ojos bajo la suposición de que mi vista estaba algo nublada, luego entré en razón, eran sólo ellos de nuevo.
Allí estaba, esa enorme figura encapuchada haciendo trasluz en la ventana. Tenía miedo, a decir verdad estaba aterrado, y estaba cansado ya de esto. Decidí encararlo pero antes de que pudiera incluso pensar en qué decir una voz se disparó en mi mente.
Somos tuyos y por consiguiente te pertenecemos, como tú a nosotros. Seremos tu fin, mientras que tú serás nuestro principio.
La figura desapareció para mi pavor, cerré mis ojos y cuando los abrí de nuevo el cuarto estaba inundado de luz, había amanecido, y una vez más perdí la noción del tiempo. Me vestí, bajé y fui directo al cuarto de mi madre. Cuando entré estaba despierta, me acerqué a ella, la abracé y le conté lo que había ocurrido; me miraba escéptica, como si no pudiera decidir si creerme o no.
Al final lo hizo, después de todo ¿qué madre no le creería a su hijo cuando la mira a los ojos y le dice que tiene miedo un día antes de cumplir 20 años?
Pasé meses asistiendo a terapias, primero con psicólogos, después con psiquiatras; medicándome, en alguna ocasión a base del diagnóstico de personas practicantes de medicinas alternativas.
Ahora estoy bien, tengo 25 años y las alucinaciones continúan, son parte de mi vida, porque son parte de mí, tal como me lo dijo: serán mi final y yo su principio. Los veo cada noche y por las mañanas los escucho susurrar, en ocasiones siguen logrando que huya de algún lugar. He intentado terminar con mi miseria incontables veces, pero es como si no pudiera dañarme a mí mismo, las armas se vuelven inútiles en mis manos, el tiempo se detiene en mí cuando intento involucrar una caída o un accidente vial.
Mis intentos fallidos de quitarme la vida terminan en noches espantosas de un sufrimiento indescriptible, mi cuerpo se mantiene sano, pero siento debajo de mi piel cada golpe, cada corte y fractura que esos seres me hacen. He preguntado el motivo y me han dicho que fue porque yo los dejé entrar.
No sé cuál de las historias que he leído resultó ser real, no sé cuál de los libros de hechicería que tuve logró invocarlos, tampoco podría decir cuáles palabras pronunciadas siguiendo la sensación de miedo que me provocaba conjurarlas los llamó a habitar en mi,solo se que yo en algun momento escogi y provoque esto y que nunca sere capaz de escoger mi final.

Creepy Pasta - Las Puertas Del Infierno

Se dice que un  un niño llamado “Julián” vivía en una  donde unos científicos hacían experimentos determinar la profundidad aproximada entre el centro de la tierra y la zona de prueba. 
Un día los científicos dejaron de ir a la zona de pruebas y Julián decidió ir a averiguar qué había ocurrido que hizo que los científicos dejaran de ir a esa zona, cuando Julián llego a el campo de pruebas descubrió algo que lo dejo totalmente asombrado. Había un gran hoyo que al fondo de él se reflejaba una luz que lo dejo parcialmente ciego lo que provoco que Julián callera al fondo del hoyo, cuando termino de caer, llego a un lugar tenebroso en él había lava ardiente que llegaba a altas temperaturas, aunque Julián sentía el ardiente calor de ese diabólico lugar extrañamente no se quemaba sino que seguía sin ningún daño y sin quemones que le habría provocado las grandes temperatura de ese lugar, entonces Julián siguió caminando aterrorizado y de repente llego a un lugar donde estaban unas grandes puertas que parecía hecha con grandes cantidades de metal fundido, entonces se escucho una retumbante voz maléfica que le grito al pobre niño atemorizado 
- Bienvenido a las puertas de Infierno, desde ahora este será tu nuevo hogar. 
Dijo la malvada voz que le hablaba a Julián 
_ Quien eres y que quieres decir con mi nuevo hogar. ?? 
Respondió con un tono de voz casi apagado. 
De pronto se abrieron las grandes puertas y al tiempo que se habrían lenta y horrorosamente se escuchaban gritos de personas que parecía aterradas de estar en ese lugar. 
Desde ese día no se supo nada mas del niño llamado Julián y el hoyo que estaba en el campo de prueba del que había caído Julián fue cerrado por cuestiones de seguridad, pero algunas personas dicen que cuando un niño desaparece culpan al espíritu errante de Julian.

Puertas


Fui adoptado. Nunca conocí a mi verdadera madre, quizá una vez, pero era demasiado pequeño para recordarlo. A pesar de eso amé a mi familia adoptiva. Eran muy amables conmigo. Comía bien, dormía en una cálida y confortable casa, e incluso me dejaban acostarme hasta altas horas de la noche.
Déjame contarte brevemente sobre ellos: primero, tenemos a mi madre. Nunca la llamé «mamá» ni nada por el estilo; para mí era simplemente «Julia». No le molestaba que la llamara así, y hasta creo que tampoco se daba cuenta de ello. Fue una mujer muy amable, creo que fue quien recomendó mi adopción para empezar. A veces me colocaba a su lado frente a la televisión y acariciaba mi espalda con sus uñas. Era una de esas madres ‘hollywudences’.
Luego tenemos a papá. Su nombre era Ricardo, pero desde que llegué a casa nunca fui de su total agrado, así que comencé a decirle «Papá» en un desesperado intento por ganar su afecto. No funcionó. Supongo que no importaba cómo le llamara, nunca me amaría tanto como a su propio hijo. Una característica destacable que puedo contar de papá era su severidad. No temía golpear a sus hijos cuando hacían algo mal. Descubrí eso antes de que pudiera ir al baño correctamente. Y bueno…, ahora me comporto gracias a sus duros métodos.
Por último tenemos a mi hermana. Emilia era muy pequeña cuando fui adoptado, y ligeramente mayor a mí (aun así me gustaba pensar en ella como mi hermana pequeña). Nos llevábamos mejor de lo que cualquier otro par de hermanos podría. Siempre nos quedábamos hasta muy tarde platicando; ella haciendo gran parte de la plática, mientras yo sólo escuchaba porque la quería mucho. Era una gran casa la que teníamos, y a pesar de eso compartíamos habitación. Por mí estaba bien, amaba estar con ella y me sentía seguro a su lado.
… Pero todo cambió una horrible noche de miércoles.
Estaba en casa tomando una siesta cuando Emilia abrió la puerta de enfrente. El sonido de la puerta siendo empujada me despertó y caminé del cuarto a la sala de estar. Venía de su clase católica; al verme no hizo más que abrazarme. Tras ella venían Papá y Julia.
—¿Te gustó la siesta? —dijo Julia burlonamente mientras revolvía mi cabello con sus manos. Moví mi cabeza y bufé siguiéndole el juego.
Mi padre me miró ásperamente y con autoridad. Cerró la puerta tras de sí y colgó su abrigo.
—Sólo bromeaba… —gruñí en voz baja, estando seguro de que no me había escuchado; habría tenido un golpe como respuesta de ser así. Emilia pasó a nuestro cuarto y la seguí. Comenzó a hablarme sobre su día. Ya sabes, cosas de chicas. Después de su charla me sugirió que viéramos algo en la televisión. Al no rehusarme fue en busca del control remoto y yo brinqué al sillón para acomodarme. Ella rodó los ojos ante mi pequeño acto inmaduro, se situó a un lado mío y encendió el televisor. Emilia era del tipo de chica que en lugar de ver telenovelas y caricaturas, prefería ver Discovery Channel, Animal Planet o Natural Geographic. Me gustaban también. De hecho, eran los únicos canales que lograban mi total atención.
Cuando se hizo tarde Julia nos mandó a dormir. Nada más que un pequeño rayo de luz proveniente del alumbrado público iluminaba la habitación. No mucho. Esa noche, una y otra vez juré haber escuchado sutiles ruidos por fuera de la ventana. Una rama rompiéndose, hojas siendo pisadas… y todo el tiempo pude percibir el olor a sudor, y sangre. Mantuve mis ojos abiertos casi toda la noche.
Pero los ruidos de afuera desistieron poco a poco y el olor comenzó a abandonar mi nariz. Más tranquilo, cerré mis ojos.
Poco después de eso escuché un fuerte ruido del otro lado de la casa; me levanté al instante. —¡Hay alguien en la casa! —gruñí con una fuerte adrenalina corriendo por mis venas—. ¡Despierten! —Me situé en la cama de Emilia para despertarla y lo hizo. Tan pronto como se levantó y se incorporó en la cama, corrí a la alcoba de mis padres…
Papá estaba muerto. Su cuello se encontraba brutalmente abierto y de él se seguían derramando gruesos hilos de sangre. Se encontraba afuera de la cama, acostado en el suelo. Vi que el baño principal estaba cerrado, y —justo delante de él— había un hombre.
Un hombre… no me siento cómodo llamándolo así.
Era muy alto y robusto. Volteó su mirada hacia mí y me vio, esa fue la primera vez que lo observé más definidamente. Nunca lo olvidaré. Sus ojos eran grandes y perdidos en la lujuria y la ira. Tenía una barba descuidada de la que caían pequeñas gotas de sangre. Su ropa estaba sucia y su expresión era fría. De pronto volví a percibir el desagradable olor de sudor y sangre de antes, pero esta vez eran más abrumadores.
Me miró. Me miró y sonrió con sus torcidos y amarillentos dientes. Su sonrisa me desconcertó. Pensé que me iba a matar, pero volteó de nuevo hacia la puerta del baño despreocupado por completo de mi presencia. Estaba aterrado y no sabía qué hacer, comencé a gritar y llorar. Vi cómo derribó la puerta que era la única protección de mi mamá; vi cómo levantaba la larga hoja de afeitar que traía consigo, pero que se rehusaba a utilizar apropiadamente; y vi cómo abría a mi mamá en dos…
Entonces escuché algo, lo último que hubiera querido escuchar… Era el grito de Emilia, detrás mío. Esa monstruosidad apartó su mirada de mi madre descuartizada y la posó en mi pequeña hermana. Se levantó y caminó hacia nosotros. Mi hermana giró y corrió, y me encontraba petrificado cuando él me pasó de lado para ir tras ella. ¿Qué hacía en la casa? ¿No había evaluado la situación y huido?
Los seguí. Me imaginé que la mataría también, pero estaba tristemente equivocado. La agarró del brazo y tiró dejando claro quién estaba en control. Hice todo el ruido que pude, esperando y rogando que alguien pudiera escucharme y viniera en nuestra ayuda. No podía llevársela. No a ella.
Cuando pasó delante de mí me arrimé contra la pared y gemí en horror: «¿Por qué?». No respondió; en cambio puso su mano libre en mi cabeza, mientras Emilia gritaba por auxilio.
—Buen chico. —Me dio otra sonrisa torcida. Los seguí hasta la puerta donde él la arrastraba consigo. La abrió de un empujón, se deslizó a través de ella y azotó la puerta detrás de sí.

Ahora estoy sentado en la cama, con mis padres adoptivos mutilados, temblando y gimiendo en consternación. Él está afuera con mi hermana y no puedo hacer nada para ayudarla. Lo haría si pudiera, pero no puedo. Iría tras ellos en un abrir y cerrar de ojos, pero no puedo. Me siento aquí, mirando a mis patas. Si tan solo pudiera abrir puertas…

miércoles, 30 de enero de 2013

Mr Mix

¿Alguien recuerda un viejo juego de PC de la década de 1990 llamado "Mix señor?'' Es principalmente un juego que mecanografía, similar a Mario enseña mecanografía, donde usted tiene que escribir las palabras en una caja para hacer un chef (el titular Mix Sr. ) poner los ingredientes en un tazón.
A diferencia de la mayoría de juegos de escritura, sin embargo, este juego es famoso por tener una curva de dificultad demencial. El juego tiene un "palabras por minuto" requisito para cada nivel, al ser tan bajo como 10 en el nivel uno y un máximo de 85 en el tercero. Por nivel cinco, el requisito llega a más de 500, por lo que es efectivamente imposible seguir adelante.

Una de las principales cosas que la gente cuenta sobre este juego, inmediatamente fue la música de fondo. La música en el primer nivel era un patrón inquietante de gruñidos que iba haciéndose cada vez más fuerte como el nivel continuó, a menudo causando daños en los altavoces del ordenador primeros que no fueron diseñados para manejar volúmenes muy altos de sonido.

El segundo nivel tenía ninguna música en absoluto, y el tercero tenía lo que parecía ser una grabación de muy baja calidad de un secador de pelo que juega en el fondo. Los otros dos niveles tenían una muy fuerte y agudo zumbido en todo el nivel que causó graves daños en el tímpano para los que lograron llegar tan lejos.

Otro aspecto inquietante del juego fue el diseño del propio Sr. Mix. Era un grande, de cara redonda, el hombre gordo con grandes ojos redondos y brillantes y manchas rojas en las mejillas.

La mayoría de los niños que las reglas del juego informaron tener pesadillas vívidas de Mr. Mix hablándoles en voz baja, ronca y amenazándolos de no hablar de algo. Sin embargo, ninguno de ellos pudo recordar exactamente lo que era.

Un psicólogo que vio a muchos de estos niños reportaron haber sido perturbado por la gran cantidad de terror en los rostros de los niños mientras relataba los detalles de la pesadilla.

Muchos de los niños rompieron a llorar en el proceso, rogando por sus padres para "salvarlos". Sin embargo, sin relación directa con el juego en sí mismo podría ser determinado por estos pocos casos, como no todos los niños que sufren los mismos efectos adversos.

Por razones obvias, este juego no se vendió muy bien. Se mantuvo en una relativa oscuridad hasta hace unos años, cuando los hackers PC apoderado de una ROM del juego y empezó a cavar a través de él.

Uso de software de memoria de hacking, lograron descifrar el código del juego sin pasar por el quinto nivel imposible. Lo que encontraron, sin embargo, era extremadamente preocupante y ha causado muchos de ellos a abandonar la expedición por completo.

De acuerdo con los informes de estos hackers dejaron atrás, el juego se comporta de manera extraña si el quinto nivel se pasa por alto. El juego se bloquea y se cierra violentamente, escribiendo un montón de archivos en el directorio System32 del usuario hasta el punto de que la RAM se llena casi por completo.

Estos archivos son los informes, cuadros de la gente con rostros horriblemente deformados, que aparecen a gritar de dolor y agonía con los ojos que parece estar sangrando por sus conductos lacrimales y su capa externa de la piel desgarrada limpiar en varios lugares.

Si el usuario intenta eliminar estos archivos, el ordenador se bloqueará y violentamente pantalla azul, causando un daño irreparable permanente en el disco duro del usuario.

Los hackers descubrieron que esto fue causado por un byte único en la ROM del juego que desencadenó cuando el quinto nivel se ha completado. Después de eliminar este byte, que fueron capaces de pasar al siguiente nivel sexta y final.

Por desgracia, todos los hackers originales se negó a discutir lo que vieron en el último nivel. Todos ellos llegaron a ser extremadamente paranoico y solitario, negándose a hablar de cualquier cosa relacionada con el juego y muestra síntomas asombrosamente extremas de estrés post-traumático.

La mayoría de ellos dejaron de ser capaz de formar frases coherentes dentro de una semana, y dentro de un mes, todos ellos desaparecieron. Todas las copias restantes del partido fueron destruidos.

A día de hoy, nadie sabe lo que había en ese juego que les causó daño psicológico tanto. Tal vez sea mejor así.

Dos años después de este incidente, un hombre fue arrestado después de intentar secuestrar a una niña de ocho años en una tienda de comestibles. A través de análisis de ADN y huellas digitales, el hombre fue identificado como uno de los hackers originales que vieron el último nivel del juego.

Llevaba un sombrero blanco de chef y tenía una mirada de inefable maldad y la locura en la cara. Cuando fue interrogado, el hombre se limitó a decir una cosa.

"Soy Mr.Mix. Shhh"...

Foto: Mr Mix 

¿Alguien recuerda un viejo juego de PC de la década de 1990 llamado "Mix señor?'' Es principalmente un juego que mecanografía, similar a Mario enseña mecanografía, donde usted tiene que escribir las palabras en una caja para hacer un chef (el titular Mix Sr. ) poner los ingredientes en un tazón. 
A diferencia de la mayoría de juegos de escritura, sin embargo, este juego es famoso por tener una curva de dificultad demencial. El juego tiene un "palabras por minuto" requisito para cada nivel, al ser tan bajo como 10 en el nivel uno y un máximo de 85 en el tercero. Por nivel cinco, el requisito llega a más de 500, por lo que es efectivamente imposible seguir adelante. 

Una de las principales cosas que la gente cuenta sobre este juego, inmediatamente fue la música de fondo. La música en el primer nivel era un patrón inquietante de gruñidos que iba haciéndose cada vez más fuerte como el nivel continuó, a menudo causando daños en los altavoces del ordenador primeros que no fueron diseñados para manejar volúmenes muy altos de sonido. 

El segundo nivel tenía ninguna música en absoluto, y el tercero tenía lo que parecía ser una grabación de muy baja calidad de un secador de pelo que juega en el fondo. Los otros dos niveles tenían una muy fuerte y agudo zumbido en todo el nivel que causó graves daños en el tímpano para los que lograron llegar tan lejos. 

Otro aspecto inquietante del juego fue el diseño del propio Sr. Mix. Era un grande, de cara redonda, el hombre gordo con grandes ojos redondos y brillantes y manchas rojas en las mejillas. 

La mayoría de los niños que las reglas del juego informaron tener pesadillas vívidas de Mr. Mix hablándoles en voz baja, ronca y amenazándolos de no hablar de algo. Sin embargo, ninguno de ellos pudo recordar exactamente lo que era. 

Un psicólogo que vio a muchos de estos niños reportaron haber sido perturbado por la gran cantidad de terror en los rostros de los niños mientras relataba los detalles de la pesadilla. 

Muchos de los niños rompieron a llorar en el proceso, rogando por sus padres para "salvarlos". Sin embargo, sin relación directa con el juego en sí mismo podría ser determinado por estos pocos casos, como no todos los niños que sufren los mismos efectos adversos. 

Por razones obvias, este juego no se vendió muy bien. Se mantuvo en una relativa oscuridad hasta hace unos años, cuando los hackers PC apoderado de una ROM del juego y empezó a cavar a través de él. 

Uso de software de memoria de hacking, lograron descifrar el código del juego sin pasar por el quinto nivel imposible. Lo que encontraron, sin embargo, era extremadamente preocupante y ha causado muchos de ellos a abandonar la expedición por completo. 

De acuerdo con los informes de estos hackers dejaron atrás, el juego se comporta de manera extraña si el quinto nivel se pasa por alto. El juego se bloquea y se cierra violentamente, escribiendo un montón de archivos en el directorio System32 del usuario hasta el punto de que la RAM se llena casi por completo. 

Estos archivos son los informes, cuadros de la gente con rostros horriblemente deformados, que aparecen a gritar de dolor y agonía con los ojos que parece estar sangrando por sus conductos lacrimales y su capa externa de la piel desgarrada limpiar en varios lugares. 

Si el usuario intenta eliminar estos archivos, el ordenador se bloqueará y violentamente pantalla azul, causando un daño irreparable permanente en el disco duro del usuario. 

Los hackers descubrieron que esto fue causado por un byte único en la ROM del juego que desencadenó cuando el quinto nivel se ha completado. Después de eliminar este byte, que fueron capaces de pasar al siguiente nivel sexta y final. 

Por desgracia, todos los hackers originales se negó a discutir lo que vieron en el último nivel. Todos ellos llegaron a ser extremadamente paranoico y solitario, negándose a hablar de cualquier cosa relacionada con el juego y muestra síntomas asombrosamente extremas de estrés post-traumático. 

La mayoría de ellos dejaron de ser capaz de formar frases coherentes dentro de una semana, y dentro de un mes, todos ellos desaparecieron. Todas las copias restantes del partido fueron destruidos. 

A día de hoy, nadie sabe lo que había en ese juego que les causó daño psicológico tanto. Tal vez sea mejor así. 

Dos años después de este incidente, un hombre fue arrestado después de intentar secuestrar a una niña de ocho años en una tienda de comestibles. A través de análisis de ADN y huellas digitales, el hombre fue identificado como uno de los hackers originales que vieron el último nivel del juego. 

Llevaba un sombrero blanco de chef y tenía una mirada de inefable maldad y la locura en la cara. Cuando fue interrogado, el hombre se limitó a decir una cosa. 

"Soy Mr.Mix. Shhh"...