domingo, 12 de mayo de 2013

El velorio

Joaquín era un malicioso, investigaba la muerte de una de las personas mas adineradas de la ciudad, esa misma noche Joaquín logro entrar a la casa marcada con el numero 30 de la calle de los balnearios, y sin perder tiempo se cubrió con la cortina que adornaba el féretro y se quedo inmóvil en ese lugar hasta quedarse solo con su victima, al abrir la puerta del féretro Joaquín se quedo pasmado y mudo del miedo cuando se dio cuenta de que el muerto lo miraba con ojos que solo se podrían haber visto como los del mismo demonio, cuando Joaquín gritaba de angustia poco pudo hacer para que alguien lo sacara de ahí ya que la puerta de acero solidó estaba sellada por fuera, grito para pedir auxilio sin saber lo que le esperaba, mala fortuna tubo el ladrón de Joaquín ya que quedo sepultado vivo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario