Era demasiado tarde…

Es increíble como aquello que admiras se vuelve en contra tuya. Hace unos años, el guitarrista Mike Miller de una banda de rock “The Stratocaster” murió electrocutado durante un ensayo del último álbum de la banda. Tocaban la canción “fucking nation”, la que prometía ser la mejor canción del grupo.

Tras la muerte de Mike, todos sus objetos fueron subastados, por deseo del fallecido. Mi hermano y yo, que tendríamos aquel entonces 17 y 13 años respectivamente, hermanos grandes fans de “The Stratocaster”, no pudimos resistirnos a la tentación de ser los nuevos dueños de alguno de los objetos subastados. Cogimos dinero “prestado” de nuestros padres y fuimos directos a la subasta. Fue una sorpresa entrar en aquella sala y ver que no había nadie.

-Hemos llegado tarde. Ya lo habían vendido todo- Dijo mi hermano.

Ojala hubiese sido así.

Al fondo de la sala, pude distinguir algo. Quizá el objeto más preciado para un guitarrista: su guitarra. Era una Les Paul negra, con truenos alrededor. No había duda, era la guitarra de Mike Miller.

La cogimos y nos fuimos corriendo a casa. No sabíamos porque no se había vendido la guitarra, pero tampoco nos importaba. Lo que realmente nos importaba, era que era nuestra.

Al poco tiempo, mi hermano formo su propio grupo con unos amigos suyos. Se hacían llamar “Windmill” Desde el día en que encontramos aquella guitarra, algo había cambiado en él. Se volvió arisco, y reservado, incluso me prohibió ni tan siquiera mirar la guitarra.

El grupo de mi hermano tuvo su primera gran oportunidad en la feria del condado. Ese día caí enfermo, así que tuve que quedarme en casa. Mire nuestro viejo póster de The Stratocaster”. Tenía a Mike delante, y al resto del grupo detrás. Tenía ese póster desde el comienzo del grupo, pero ese día, el póster era bien distinto.

-¿Vas ha dejar que muera?-

Aquella voz me hizo saltar de la cama. ¿De donde había salido?

-¿Vas a dejar que tu hermano muera?-

La voz continuaba.

-¿Quien eres?¿Se trata de una broma?-

-Mírame chaval.-

Ahí me di cuenta; era Mike. Parecía imposible, Mike Miller esta muerto.

-Tu hermano morirá de la misma forma en que morí yo, detenle antes de sea demasiado tarde.-

No se si era efecto de la fiebre, del susto, o de ambas. El póster de Mike me estaba hablando, a mi.

-No dejes que muera más gente.-

Tuve miedo, mucho miedo, pero hice caso a aquella voz. Me vestí y corrí hacia la feria del condado. Mi hermano no tardaría mucho en actuar… o eso creía.

Cuando llegué, era demasiado tarde…