jueves, 17 de enero de 2013

Mira por donde andas


Jessie estaba sola. Sentada en una silla en su habitación, esperando. Esperando a que a ellos volvieran.
Sus padres habían salido esa misma noche, después de escuchar las noticias de que su hermano mayor, Daniel, estaba involucrado en un accidente.
La última vez que Jessie vio a Daniel, se había ido a toda velocidad montado en su motocicleta, enojado con sus padres.
Entonces llovió. Llovió a montones.
Sus padres estaban tan preocupados por él.
Pero ahora todos sus miedos se volvieron realidad. Habían recibido una llamada de la policía diciendo que la motocicleta de Daniel se estrelló.
Así que sus papás fueron a por él.
Y ella  se quedó sola.
Estuvo esperando por mucho tiempo. Eran ya las 2:00 AM, no obstante aún no sabía nada de ellos.
Siguió esperando.
2:30
Cada segundo hacía que su corazón latiera más rápido
El timbre sonó.
¡Están de vuelta!
Baja rápidamente las escaleras, se cae, pero no siente ningún tipo de dolor, abre la puerta con entusiasmo.
Al pie de la puerta, Daniel y sus padres se quedaron húmedos y fríos al frente de ella.
“¿M-mamá? ¿papá? ¿Daniel? ¿Q-que pasó?” preguntó. Pero ellos se quedaron ahí, helados e inmóviles.
“¿Danny? ¿que te pasó? ¿estás bien?”
“Si hermanita, estoy bien” respondió Daniel. Su voz había cambiado. Se había vuelto profunda, menos cálida de lo que recordaba.
“Mamá, papá, ¿donde lo encontraron?”  preguntó Jessie.
“Estaba tendido en el pavimento,” respondió su padre. Su voz había cambiado también.
“P-papá? M-mamá? Parece que ustedes estuvieran fuera de … ”
“No, cariño, acabamos de venir a por ti. Para estar juntos otra vez en familia. Nos has estado esperando , ¿verdad? ”
“¿D-de que está hablando?”
La televisión de repente se enciende.
El reportero comienza. ”Otro accidente ocurrió esta noche. Una pareja, Harry y Christine Robertson, murieron en un accidente automovilístico. Las víctimas han sido identifi
cadas como los padres de otra víctima de un accidente de tráfico, Daniel Robertson. Eran … ”
Jessie se tropezó incredula ”Mamá, papá, están muertos? ¡Pero yo no quiero morir todavía! ” Llora.
“Cariño, no te llevaríamos si no estuvieras muerta”, señala su madre a las escaleras.
Jessie dirige su mirada a donde su madre señala.
Ve su cuerpo sin vida al pie de las escaleras. Su cabeza estaba abierta y sangrando.
“Cuantas veces tengo que decirte…” dice su madre. ” ¡Mira por donde andas!”

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