Giovanni Bragolin alias Bruno Amadio es un pintor que murió hace algunos años. Es conocido basicamente por una peculiar pintura conocida como "El Niño Llorón".
Cuenta la historia que en él retrató a un niño de un orfanato. Años mas tarde el orfanato se incendió y el espiritu del niño quedo atrapado en la pintura.
Desde entonces, se dice que quienes poseen el cuadro sufren desgracias y muertes, pues el cuadro esta maldito.
En los 50's se dieron muchos casos de casas incendiadas donde todo se encontraba destrozado y quemado, cadáveres carbonizados y lo curioso de todo esto es que el cuadro permanecía colgado en la pared sin un solo rasguño.
Se dice que al ver el cuadro, uno siente como el niño de ojos llorosos y mirada tierna te sigue con la mirada, y te pone los pelos de punta. Mucha gente posee este cuadro, pero dice que solo ataca a aquellos que descubren que el cuadro esta encantado. En la noche se escuchan lamentos lejanos, el niño sale del cuadro sube a tu habitación y te mata, si es que no mueres antes de la impresión al ver su rostro endemoniado .Luego incendia la casa con todos adentro y borra así la evidencia de su crimen.
La otra historia nos habla de que en realidad estos niños lloran por que están siendo devorados por demonios pisciformes, que en verdad son cuadros que nos hablan de ese mundo oculto, sólo visible a algunos iniciados como Howard Phillipe Lovecraft, y que Amadio supo plasmar ese horror de otro mundo, a punto de engullir a una "inocente" humanidad. Basados en estos hechos un grupo de investigadores de lo Paranormal han realizado un pofundo análisis del cuadro, y aquí están sus conclusiones...Sólo para aquellos fuertes de espíritu.
1. El cuadro, del que también se vendían reproducciones en óleo, traía mala suerte. Las familias que lo llevaban para decorar sus casas, se peleaban o vivían catástrofes.
2. De medianoche, el que quisiera, podía hacer pacto con el mismísimo diablo. Había que invertir el cuadro para lograrlo.
3. Si el cuadro se giraba en 90 grados, era posible ver a una figura monstruosa que aparecía devorando al pequeño. Esto demostraba supuestamente el carácter maléfico de la pintura.
4. La mejor forma de terminar con la maldición del cuadro, era quemándolo.
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