La mujer de cabello rojizo que vestía de negro no dejaba de hacerle señas a la pequeña niña, esta la miraba de forma distraída, le llamaba mucho la atención, pero su mama le había dicho muchas veces que no hablara con desconocidos.
La mujer le seguía haciendo señas, le mostraba una gran sonrisa, la niña no podía dejar de sentir que la conocía, cuando al fin le devolvió la sonrisa, el rostro de la mujer se ilumino con una gran alegría.
La mujer comenzó a hacerle señas ya no para llamar su atención, sino para que la siguiera, la niña dudo un instante, pero al ver la alegre sonrisa de la mujer, no dudo más y la siguió.
La mujer la tomo de la mano, no le hablaba, solo le hacía señas, juntas se internaron en el bosque,
La niña sonreía alegremente a la mujer, esta le sonreía y bailaba a su alrededor sin soltarle de la mano, la niña recordaba haber visto a esa mujer antes, al fin sintió que se habían alejado mucho.
Intento detenerse, pero la mujer la arrastraba de la mano, la niña comenzó a llorar, el rostro de la mujer parecía aun más alegre que antes, ahora llevaba a la niña arrastrando.
La mujer, ahora estaba tan contenta, que comenzó a reír a grandes carcajadas, al abrir la boca la niña vio que esta carecía de lengua, entonces recordó donde la había visto antes, era la bruja que había sido abandonada en el bosque, la bruja a la que se le había cortado la lengua para que no pudiera llamar demonios, era la mujer que había sido acusada de haber matado a cientos de niños.
A lo lejos, un hombre que cortaba leña, escucho los gritos de la niña, pero solo se santiguo y partió hacia otro lado.
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