miércoles, 27 de febrero de 2013
Las Esferas de la Muerte
Una vez más escribo aquello que paso por mi mente mientras dormía, no todo parece ser digno de ser recordado, no busco sentido en lo que veo. A veces me pregunto si estoy persiguiendo la realización de alguno de mis muchos sueños, otras veces solo escribo lo que me parece interesante, pero bueno, lo que quiero compartir hoy es este sueño que les dejare abajo el cual me hiso reflexionar bastante en algunas cosas.
Todo comienza en ese gran salón, muchos de mis conocidos se encontraban ahí, todos tenían un rostro serio y pensativo, ellos elijian algo que sería una decisión importantísima para sus vidas.
Elijian unas esferas de diferentes colores y tonos, estas esferas contenían cierto don que se les otorgaría a aquellos que la tomaron en el transcurso de su vida, había un sin fin de esferas por escoger, algunas contenían habilidad matemática, otras tenían el don de la palabra, algunas otras te permitían estar libre de algún vicio. El hecho de que el don que otorgaban era para el transcurso de su vida me indicaba que ninguno en la sala había nacido aun, tenían que tomar aquella importante decisión para poder así tener alguna ventaja en la vida y prosperar.
La que parecía ser la más famosa de todas, y la que mas miraba a mis conocidos tomar era una esfera blanca con una guadaña en el centro, era la esfera de la muerte, esta te permitía vivir un año extra apartir del momento que se supone que sería tu muerte inminente, claro que nadie sabía cuando le llegaría su hora, pero igual pareciera que todos le daban el buen ojo a esa esfera.
Los estantes llenos de esferas me esperaban para que tomase mi decisión, nadie me apresuraba pero corrí al estante ya que tenía curiosidad de que otros dones había. Nada me convencía realmente, todo parecía ser algo que se podía obtener con disciplina y viviendo correctamente, así que camine alrededor del salón para tener más opciones, me perdí en algún momento en el lugar y recuerdo haber mirado una puerta con unas letras afuera en manuscrito, el texto decía:
“NO HAY LAGRIMAS AL FINAL DEL CAMINO, POR LOS PECADOS QUE HAS COMETIDO”
Entre por la puerta y había otros estantes con esferas, fue aterrador mirar que había gente dentro de estas, atrapadas en aquellas esferas para siempre, por supuesto que no ofrecían algún don, por lo cual la gente no las tomaría, ese fue el motivo por el cual pensé que se encontraban en esa habitación. Una que llamo mi atención fue una esfera con una señorita dentro, parecía tener unos 16 años, su cabello era blanco y su rostro reflejaba miedo y desesperación, trate de obtener un poco de información acerca del lugar pero la gente no quería dar respuestas, así que me propuse a hablar con aquella mujer.
-Hola
-Hola…
-Las otras esferas no tienen personas dentro, acaso pasa algo malo?
-Porque entraste a la habitación…
-No me convencían las demás esferas
-Nosotras no te daremos algún beneficio, mejor vete
No estaba seguro de que pasaría si elijia una esfera de esa habitación, pero igual tome la esfera de esa mujer y le dije que la usaría.
-Ya te he dicho que no obtendrás nada de nuestra parte, serias tan tonto como para elijir compartir tu vida, con un alma que ha sido encarcelada?
-No me importa, la vida que me darán será un préstamo, en algún momento la tendré que devolver, y a diferencia de cualquier otra persona a mi me gustaría regresar a donde sea que regresemos acompañado.
Las miradas de aquellas personas en esas esferas se centraron en mí, no estaba seguro de que rayos pasaría así que le pregunte a la mujer si me permitía elegirla, ella dijo en un tono algo alegre y sonriendo que no tenía otra opción, así que levante la esfera. Al mismo momento que tome la esfera con las dos manos, se cerro de golpe la habitación y entro el dueño de la misma.
Se me acerco lentamente recargando su guadaña contra su hombro y me dijo:
-Que haces en esta habitación?
-Tomando una esfera
-Estas esferas están podridas, no miraste el letrero de la puerta?
-Estas personas no parecen haber cometido algún crimen, porque están dentro de estas esferas.
Realmente quería salir corriendo de ahí y gritar, pero nadie me podría escuchar así que trate de aparentar estar tranquilo mientras caminaba alrededor de la habitación.
-Es bastante interesante que hayas tomado algo de aquí, sabiendo que no tendrás algún beneficio, te gustaría escuchar un secreto?
-Por qué no
-Eduardo mi amigo, muchos se aferran a la vida que se les ha prestado demasiado, queriendo tenerla más de lo que deberían, realizan acciones que perjudican a otros solo por estar una porción mas de tiempo con algo que no les pertenece, le arrebatan de las manos a personas menos afortunadas tiempo que jamás recuperaran, tú en cambio, as decidido compartir tu vida con alguien que no conoces, sin esperar nada a cambio, una verdadera muestra de virtud, ahora respecto al secreto, es acerca de las esferas blancas.
-Que pasa con ellas?
-Todas las personas que toman la esfera blanca mueren al nacer, y vienen a esta habitación, a pagar por su avaricia, envejecen aquí y desaparecen cuando su momento llega.
No pude evitar aterrarme, pasaron por mi mente las caras de todos mis conocidos que mire levantar alguna de esas esferas, me puse algo triste.
-Ahora que tienes tu esfera debes irte de aquí Eduardo, me asegurare de que tu humildad y caridad sean recompensados, pero no olvides que nos volveremos a ver. Espero que uses bien la página en blanco que se te ha dado, que tengan una vida prospera ustedes dos…
Me pare frente a la gran puerta, en mi mente podía escuchar a la chica agradeciéndome haberla sacado de ahí, camine lentamente mientras que al mismo tiempo se abrían las puertas.
-Aquí comienza todo para los 2
-Me pregunto cual será tu recompensa Eduardo
-Yo también, de cierta forma creo que ya se cual es, por cierto no me has dicho tu nombre.
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