domingo, 17 de febrero de 2013

MI NUEVA HABITACIÓN


Tenía 12 años cuando les pedí a mis padres que quería una habitación para mí sólo, ya que hasta ese momento mis dos hermanos y yo compartíamos una habitación. Decidieron dejarme la habitación que era de mi bisabuelita ya que había muerto tiempo atrás y nadie estaba ocupando su habitación.

Su habitación estaba en el piso de arriba y cada vez que pasaba por ahí recuerdo que un leve escalofrío recorría mi espalda, pero desde entonces han pasado años y para ese momento ya me sentía un hombre que no debe temer a fantasmas u otras cosas paranormales, así que acepte la habitación.

Recuerdo que esa primera noche que pasé en mi nueva habitación mis padres salieron de fiesta con unos amigos suyos y quede en casa con mis hermanos, al cuidado de mi tía que vivía un piso más abajo. Luego de dejar a mis hermanos en sus camas fui a dormir a mi cuarto.

Al subir por las gradas recuerdo un leve escalofrío subiendo por mi espalda como cuando era niño, pero no le di importancia y continué hacia mi habitación.

Dos horas después de que me quedé dormido escuche extraños ruidos viniendo de afuera de mi habitación, pensé que era el gato de mi tía y ya que tenía mucho sueño preferí seguir durmiendo. Diez minutos después escuche pasos dirigiéndose hacia a mi habitación, creí que serían mis padres llegando de su fiesta, pero cuando esos pasos se detuvieron en frente de la puerta de mi habitación comenzaron a golpear insistentemente una y otra vez sin decir nada, me oculté bajo mis cobijas preso del miedo que empecé a sentir. Escuché como la puerta se abrió y una figura negra entró, lo único que pude hacer fue lanzar las cobijas sobre esa cosa y correr hacia la habitación de mis hermanos donde me encerré con ellos. Una hora después llegaron mis padres y entonces pude aclarar mi mente lo suficiente para recordar que mi tía no tenía ningún gato.

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