viernes, 15 de febrero de 2013

LAS VOCES DE MAMÁ.


Laura tiene 16 años y unos hermosos ojos celestes, iguales a los de su madre; el cabello castaño claro como su padre. Es una chica preciosa, sin dudas.

Una tarde, su madre se fue a hacer las compras y su padre trabajaba hasta tarde ese día. Así que ella se quedó sola en la casa.
Estar sola en casa no era algo inusual para ella, sin embargo empezó a escuchar un ruido extraño, y se sacó los auriculares para ver ese sonido lo estaba produciendo lo que estaba escuchando o era algo externo. El sonido no venía de los auriculares; ahora podía escucharlo mejor, pero no podía descifrar de donde provenía, ni de que era.
Le dio un poco de miedo, pero bueno ¿que no le daba miedo a Laura? Era la chica más asustadiza del barrio.

El ruido se hizo algo más fuerte, de poco en poco se hacía mas fuerte pero seguía siendo siendo incomprensible. Bajo desde su pieza hasta la sala de estar a ver si al televisión estaba prendida, pero en la sala no había nada. Empezó a sentirse mal, tenía miedo.
De repente, una voz la llama desde la escalera:
-Hija, vení acá, creo que hay alguien abajo.-
Era la voz de la madre, sin dudas. Pero Laura no le creyó, su mamá se había ido de compras. No era posible. Fue hasta la puerta principal para salir, completamente asustada, cuando escucho que alguien golpeaba la puerta. Una voz dijo:
-Hija, me olvide las llaves, abrime.-
Era la voz de la mamá nuevamente ¿Cómo era esto posible?
Se fijo por la mirilla de la puerta y no había nadie afuera, sin embargo se seguían escuchando los pedidos de la madre.

-Hija, no le hagas caso a esa voces. Yo también las escuche. Vení acá y llamemos a la policía. -
Era la voz de la madre, nuevamente peor ahora venía de la cocina. ¿Sería verdad esta vez?

Laura tenía mucho miedo para averiguarlo, así que corrió al baño desesperada, para refugiarse hasta que llegara su padre.
Cerró con llave, pero escucho que alguien golpeaba la puerta muy violentamente:
-"¡Hija, hija mia! ¡Salí de ahí, salí de ahí ya mismo!"-
Era, otra vez, la voz de su madre, pero enfurecida esta vez y salía detrás de la puerta del baño.
asustada, pensó que lo mejor y única opción era ocultarse dentro de la bañera.
Corrió la cortina y encontró a su madre, cubierta de sangre y moretones, degollada.. parecía que le hubieran arrancado las cuerdas vocales y cortado la lengua.

Pero esa voz , que sin dudas era la de su madre, seguía llamándola, histérica:
-"Hija, salí de ahí ya mismo, vení con tu mami"- Y poco a poco la voz se hacía cada vez más grave.
Hasta que la perilla de la puerta empezó a girar y de a poco se abrió completamente...

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