domingo, 17 de febrero de 2013
Muerta en vida
Cuando me mudé de casa encontré una caja que tenía escrito afuera con un marcador rojo “Antonia”, Posiblemente a los antiguos dueños se les debió haber olvidado, dentro de esta se encontraba un diario de vida al parecer de una joven, habían unas páginas arrancadas de libros de medicina que hablaban de lepra, artículos de periódicos antiguos y un par de fotografías de una joven de aproximadamente 15 años, con un cabello castaño rizado y grandes ojos azules.
04 de enero: Estos últimos días mirándome al espejo he notado que me han salido pequeñas manchas rojas en mi piel, se las he mostrado a mi padre y me dice que no las nota, que posiblemente es alguna reacción alérgica a algo que comí
25 de enero: He notado que las manchas no han desaparecido es más se han ido expandiendo por mi cuerpo, mi padre se reúsa llevarme al médico
02 de febrero: Me di cuenta que pierdo sensibilidad en brazos y piernas, y mis manchas se están volviendo heridas, y a mi padre no le preocupa…
15 de febrero: estaba cociendo un botón y me he pinchado con una aguja no he sentido dolor lo cual me asustó, la retiré y la enterré con fuerza para atravesar mi mano tampoco la he sentido, mi padre me vio y me lleva al hospital para que me retiren la aguja de mi mano, quizás allá si noten las heridas en mi cuerpo
27 de febrero: No pude mostrarles bien mis manchas a los doctores mi padre no me dejó, me dijo que no tenía nada ¿Será que simplemente no le preocupo? Mis heridas están enormes, creo que tengo hasta adentro de la nariz porque me cuesta respirar, creo que tengo lepra… No tengo fuerzas para nada hoy me quedaré en cama
06 de marzo: mis cejas se caen ha de ser por estas malditas heridas que ya abarcan todo mi cuerpo mi dedo meñique de la mano izquierda se ha puesto negro
17 de marzo: Mi meñique se ha caído…se lo he mostrado a mi padre suplicándole que me lleve al hospital y me ha gritado diciéndome que lo deje en paz, las heridas se están haciendo cada vez más profundas creo que ya llegaron a mi estómago siento dolores fuertes, creo estoy muriendo, al parecer eso sería lo mejor… en las noches he escuchado a mi padre llorar en su habitación creo que extraña a mamá
01 de abril: llevo 6 días sin dormir, mis heridas son tan grandes que ya puedo ver mi carne al rojo vivo,, en mi cara ya no queda piel, quiero morir… no tengo suficiente fuerza para colgarme así que me intentaré cortar con un cuchillo, no quiero sufrir más…
¿? : Realmente no sé qué día es, estoy en mi habitación… Lo último que recuerdo es que enterré el cuchillo en mis muñecas, estoy muerta, no siento mi respiración, el dolor se ha esfumado, siento que estoy vacía mi corazón ya no late. ¿Esto viene después la vida, un estado de vida sin vida?
Hace unos días sentía picazón en un brazo, al mirar vi que mi piel se movía como si hubiese algo abajo, con una navaja hice una pequeña incisión y pude ver gusanos bajo mi piel… me están comiendo. Mi cuerpo huele mal creo que me estoy pudriendo estoy viviendo la muerte lentamente. A veces veo a mi padre me mira de una manera extraña y no me habla, me trae comida a mi habitación aunque ya no como, ya que estoy muerta, comienzo a pensar que es un ángel que tomó la forma de mi padre que está acompañándome mientras me desprendo de mi cuerpo inservible para luego llevarme al paraíso y acompañar a mi madre.
Al acabar de leer el diario, tomé los periódicos que estaban dentro de la caja al leerlos estos me dieron escalofríos, Se referían a la muerte de una joven llamada Antonia por inanición, con múltiples cortes auto infligidos y marcas de sus propias uñas en su cuerpo como si tuviese la necesidad de rascarse. Después de hablar con su padre e investigar el caso de la muerte de Antonia se llegó a la conclusión que la joven padecía una enfermedad llamada “Síndrome de Cotard” más conocida como muertos vivientes, hace que los afectados crean tener enfermedades terminales y que están muriendo, sí no muertos.
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